Que le haya prestado mi voz a su cuento EL MAR ha pasado ahora mismo a un segundo plano. Lo que más me importa hoy es el hecho de que Ana María Matute fue la tercera mujer en ingresar en la RAE (Real Academia de la Lengua Española).
Quizás para ti este descubrimiento no es reseñable pero a mí, como mujer y como creadora de contenidos, que desde que la institución naciera en 1713 hayan tenido que pasar 283 años para que traspasaran sus puertas solo tres mujeres me parece un hito muy importante.
Hasta la fecha, por los sillones de la RAE, han pasado 474 académicos y de todos estos, sólo 11 son mujeres.
La primera mujer que logró la aceptación de la Real Academia de la Lengua Española fue Carmen Conde, –poetisa, novelista y ensayista– en 1979 con el discurso Poesía ante el tiempo y la inmortalidad. En 1984, la cántabra Elena Quiroga, ganadora del premio Nadal en 1950 se convirtió en la segunda mujer en ser académica.
Ana María Matute, la que nos ha facilitado el cuento para que lo contemos aquí, fue la tercera mujer en ingresar en la Academia y lo consiguió en 1998. Como sus antecesoras ya habían fallecido por entonces, Matute ocupó el sillón de la primera, Carmen Conde, y durante muchos años fue la única mujer académica de número de la RAE.
La poetisa Carmen Conde fue la primera mujer que logró ser académica en 1907
Pero basta de tanto cuento de la mujer y sus logros, que mucha y muy grande está siendo su lucha aún hoy en día. Vayamos al tema que nos ocupa.
Hablemos del cuento El Mar que narré y que sirvió para musicalizar y ponerle voz a las imágenes que guardaba de mi visita al acuario de Toba en Japón.
Este relato breve se encuentra dentro del libro «Los niños tontos» publicado en 1956. En él, queda patente la maestría de Ana María como escritora de cuentos.
Los niños tontos son veintiún relatos muy cortos, aunque la brevedad de estos textos compensa su gran riqueza narrativa. Están dedicados a niños alegres en un mundo triste; son 21 relatos cortos sobre niños que tratan de comprender el mundo de la posguerra a través de sus ojos.
Escucha EL MAR de Ana María Matute por aquí. No me ofendo si
Ahora que ya has disfrutado del cuento quiero mostrarte la reflexión que hizo la mismísima Ana María sobre el cuento y el momento en que se encontraba ella para crearlo.
Se están cometiendo muchos errores con los niños, se les está quitando la capacidad de imaginar, se les está quitando la isla desde muy niños, lanzándoles al mar. Cada vez dura menos la infancia, pero tampoco se logra a cambio una madurez. Son niños expulsados muchos de ellos, lo que yo llamo adolescentes con cara de náufragos. Hay mucho niño náufrago, adolescentes que a lo mejor ya tienen 40 años, pero no han sabido madurar. Se está educando muy mal. Les quitan la capacidad imaginativa. Por ejemplo, la televisión. (…) La lectura en cambio es una fábrica de sueños. Yo de niña me imaginaba los personajes, las ciudades. Tenía una idea fabulosa de la ciudad de Copenhague por lo que leía en Andersen, y cuando realmente la conocí, encontré mi sueño.
Ana María Matute fue la tercera mujer en 300 años en ingresar en la Real Academia Española (RAE)
Sobre Ana María Matute:
Nació un 26 de julio de 1925 en Barcelona y murió en la misma ciudad el 25 de junio de 2014. Fue novelista y académica de la lengua desde 1996. Como escritora ocupó un lugar preferente en la literatura infantil y juvenil española. En 2010 recibió el Premio de Literatura Miguel de Cervantes.
Fue parte de la generación de los “jóvenes asombrados”, nombre que ella misma acuñó a los autores que reflejan la situación de la Guerra Civil en su infancia.
En 1943 escribió su primera novela Pequeño teatro, que se publicó 11 años más tarde y con la que obtuvo el Premio Planeta en 1954.
La escritora depositó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un legado que permanecerá guardado hasta el 26 de julio de 2029. Es una de las personalidades que ha dejado un objeto personal en la antigua cámara acorazada de la sede central del Instituto Cervantes.