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El vuelo de cero emisiones de demostración estará previsto que se lleve a cabo el año 2026 por la aerolínea KLM Royal Dutch y el desarrollador de aviones eléctricos ZeroAvia.
Esto es lo que anunciaron en principio los responsables de las compañías colaboradoras. Como un primer hito importante, ambas tienen como objetivo realizar una demostración inicial de vuelo entre dos ubicaciones de aeropuertos que aún no se sabe cuáles serán.
En el vuelo de cero emisiones se utilizarán los motores eléctricos de hidrógeno ZA2000 de ZeroAvia para grandes turbohélices regionales. Estos, usan hidrógeno en pilas de combustible para generar electricidad que luego se utiliza para alimentar a los motores eléctricos que hacen girar las hélices de la aeronave.
Gracias a esta colaboración y a la realización de este vuelo de cero emisiones, KLM está más cerca de lograr ser la aerolínea más sostenible
La única emisión es el vapor de agua a baja temperatura, por lo que los estudios estiman una reducción de hasta el 90 % en el impacto climático en comparación con los vuelos alimentados con queroseno.
De esta forma, KLM y ZeroAvia proporcionan la base de pruebas necesaria para la adopción de vuelos más limpios en la red KLM además de que el proyecto de demostración acelerará el desarrollo de conceptos de operaciones para aviones de hidrógeno en toda la Unión Europea.
Gracias a esta colaboración con ZeroAvia, al apoyo de las tecnologías avanzadas y la aviación eléctrica, la aerolínea KLM se acerca a su fin de convertirse en la aerolínea más sostenible.
Según el estudio realizado por Clean Sky and McKinsey – Hydrogen Aviation basado en los hechos sobre la tecnología, la economía y el impacto climático del hidrógeno para 2050, el sector de la aviación emite actualmente más de 900 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Suponiendo un crecimiento de la industria del 3 al 4 % anual y una mejora de la eficiencia del 2 %, las emisiones se duplicarían muchísimo para ese año. Por esta razón, el Grupo de Acción del Transporte Aéreo (ATAG) se comprometió a reducir las emisiones de CO2 en un 50 % y a su vez, la Unión Europea estableció con el Pacto Verde el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono.